Para empezar, vaya por delante que soy ateo y que la visita del Papa me es indiferente, pero no es mi opinión personal lo que quiero reflejar aquí, sino intentar hacer una reflexión sin ser partidista.
La iglesia y el Papa, aunque a muchos no nos guste, tiene millones de seguidores en todo el mundo y como tal, estos tienen derecho a tomar las calles de su ciudad para ver pasar a su mayor representante. Cuando se cortan las calles para ver pasar al Real Madrid o a la selección Española de futbol o a una estrella de la música, nadie dice nada y también nos cuesta dinero y trastornos a muchos, pero como es de interés general y tiene muchos seguidores, lo admitimos. Pues esto es lo mismo, quizás mayor, aunque sea en número de seguidores.
Está claro que nunca llueve a gusto de todos, los antifútbol se quejan cuando se paraliza la ciudad por estos eventos, y de hecho, cada fin de semana se vive, alrededor de los grandes estadios, una peregrinación de seguidores que también cortan calles, aparcan en las aceras, ensucian, incluso destrozan todo aquello que sale a su paso y molestan a otros muchos que nos resignamos sin decir ni pío.
Si lo llevamos a terreno económico, estos eventos deportivos no generan ingresos como los que seguramente vaya a generar la visita del Papa. Es probable que los ingresos de esta visita sean mayores a los gastos y en definitiva, para los que no somos religiosos, podemos ver el gasto como una inversión a corto plazo que generará grandes beneficios para la ciudad.
Otra cosa es el tema moral, el hecho de que en el primer mundo seamos capaces de gastarnos estos dinerales en admirar a un señor o a un equipo y no seamos capaces de invertir en los niños que se están muriendo de hambre en Somalia o de enfermedades como una simple gripe. Ahí si que les doy la razón a los que se quejan, pero seamos justos y quejémonos de todos los derroches que se hacen en el mundo, léase, los jeques árabes, las grandes estrechas de la música, el futbol, etc.
Y por poner un poco la puntilla al Papa, es cierto que hay una diferencia entre este y un equipo de futbol o una estrella de la música, y es que el Papa y la iglesia vive con voto de pobreza y predicando tantas buenas acciones que Jesucristo predicaba, pero que salvo este, nunca nadie ha puesto en practica. Quizás sería más loable que el Papa se dedicara a pedir a todas estas empresas, peregrinos y estados que invierten en su visita, que invirtieran en los países pobres y no en verle a el paseando en su papamóvil por la calles de nuestra cuidad.
En definitiva, a la visita del Papa le digo NO, pero por la parte moral y no por el derecho que si tienen sus seguidores a verle en su ciudad.
Si Jesús levantara la cabeza????
La iglesia y el Papa, aunque a muchos no nos guste, tiene millones de seguidores en todo el mundo y como tal, estos tienen derecho a tomar las calles de su ciudad para ver pasar a su mayor representante. Cuando se cortan las calles para ver pasar al Real Madrid o a la selección Española de futbol o a una estrella de la música, nadie dice nada y también nos cuesta dinero y trastornos a muchos, pero como es de interés general y tiene muchos seguidores, lo admitimos. Pues esto es lo mismo, quizás mayor, aunque sea en número de seguidores.
Está claro que nunca llueve a gusto de todos, los antifútbol se quejan cuando se paraliza la ciudad por estos eventos, y de hecho, cada fin de semana se vive, alrededor de los grandes estadios, una peregrinación de seguidores que también cortan calles, aparcan en las aceras, ensucian, incluso destrozan todo aquello que sale a su paso y molestan a otros muchos que nos resignamos sin decir ni pío.
Si lo llevamos a terreno económico, estos eventos deportivos no generan ingresos como los que seguramente vaya a generar la visita del Papa. Es probable que los ingresos de esta visita sean mayores a los gastos y en definitiva, para los que no somos religiosos, podemos ver el gasto como una inversión a corto plazo que generará grandes beneficios para la ciudad.
Otra cosa es el tema moral, el hecho de que en el primer mundo seamos capaces de gastarnos estos dinerales en admirar a un señor o a un equipo y no seamos capaces de invertir en los niños que se están muriendo de hambre en Somalia o de enfermedades como una simple gripe. Ahí si que les doy la razón a los que se quejan, pero seamos justos y quejémonos de todos los derroches que se hacen en el mundo, léase, los jeques árabes, las grandes estrechas de la música, el futbol, etc.
Y por poner un poco la puntilla al Papa, es cierto que hay una diferencia entre este y un equipo de futbol o una estrella de la música, y es que el Papa y la iglesia vive con voto de pobreza y predicando tantas buenas acciones que Jesucristo predicaba, pero que salvo este, nunca nadie ha puesto en practica. Quizás sería más loable que el Papa se dedicara a pedir a todas estas empresas, peregrinos y estados que invierten en su visita, que invirtieran en los países pobres y no en verle a el paseando en su papamóvil por la calles de nuestra cuidad.
En definitiva, a la visita del Papa le digo NO, pero por la parte moral y no por el derecho que si tienen sus seguidores a verle en su ciudad.
Si Jesús levantara la cabeza????
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