Los gritos de mujeres silenciadas

Todavía existen lugares en el mundo donde se hace todo lo posible porque las mujeres no progresen y de esta forma no quiten a los hombres los privilegios de sentirse los machos del mundo. Lo que está claro es que estos hombres temen a las mujeres, saben que podrían ser más inteligentes que ellos y seguramente terminarían por gobernarlos y quizás hacer del mundo un lugar más justo, más seguro y más solidario, y esto es lo que no interesa.

Los que manejan los hilos no quieren dejar de hacerlo y bastante tienen con luchar entre gobiernos, países o ciudades, como para tener que luchar también contra sus mujeres. Todo esto les lleva a barbaridades como las lapidaciones por adulterio, la ablación, y tantas otras cosas, pero, no es de esto de lo que quería hablar, sino del resto del mundo, que miramos estupefactos estos hechos y que nos rasgamos las vestiduras, pero en el fondo no hacemos lo que tenemos que hacer.

Se instauró un bloqueo económico a Cuba porque no gustaba su política, se invadió Irak porque corría peligro el negocio del petróleo, “reconquistamos” Perejil, porque temíamos que los marroquíes no invadieran, y cuando vemos que países como Irán, continúan lapidando mujeres, simplemente porque les ponen los cuernos a sus maridos, sea o no cierto, no hacemos nada más que escribir artículos, hacer películas y criticarlos con dureza en cualquier medio, pero ¿y los gobiernos del resto del mundo? ¿Porque no bloquean Irán? ¿Porque no lo sacan de Naciones Unidas? ¿POR QUE?

Pues porque tienen petróleo y un gran poder económico. Esa es la verdad, el color del dinero es mucho más fuerte que el color del dolor y sobre todo si es el de una mujer.

Lo triste de todo esto es que mientras se dirija el mundo por la cantidad de petróleo que uno tiene, nada va a cambiar, solo nos queda la resignación y la esperanza de que algún día los poderes sociales tengan más poder que los poderes económicos. ¡Que iluso!